El rey de todos los medios Howard Stern celebró recientemente su 60 cumpleaños con una gran fiesta en la ciudad de Nueva York. En su avanzada edad, y posiblemente empapándose de los últimos años de su carrera televisiva, Stern de repente está más abierto a sentarse al otro lado del micrófono.
Qué mejor lugar para discutir su carrera, vida, logros, arrepentimientos y temores en el programa al que Stern se refiere como el programa menos importante en el mundo del espectáculo. Stern da un paseo, en un Pontiac GTO de 1969 apodado The Judge, en el final de temporada de Comediantes en autos tomando café .
Stern habla de sí mismo durante unos cinco minutos, luego le da la vuelta al anfitrión Jerry Seinfeld y hace lo que mejor sabe hacer: ser sincero con los famosos.
El tema gira hacia el amigo de Seinfeld y el acérrimo enemigo de Stern, Jay Leno. Stern intenta disparar a la salida Show de esta noche anfitrión, pero Seinfeld lo detiene abruptamente o lo dejó todo en el piso de la sala de montaje.
Stern: ¿Eres mejor que Jay Leno como stand-up?
Seinfeld: Esa es una pregunta estúpida.
Stern: ¿Crees que eres uno de los mejores stand-ups que jamás haya existido? ¿Te colocas entre los cinco primeros?
Seinfeld: La comedia es más personal que la comida. Alguien te pega de forma divertida o no.
Stern: Nunca me importó una mierda. Continuaría y diría lo que sea ...
Seinfeld: Bueno, estás solo en la habitación.
Stern: Bueno, eso es cierto.
Seinfeld: Oh, ¿acabas de notar eso?
Stern: Cuando él (Leno) va a programas de entrevistas ahora ...
Seinfeld: Está bien, está bien, no entremos en el asesinato de personajes ahora.
Stern: ¿Quién eres Jesús? Cálmate. Quiero hacer algo negativo. Déjame ir allí.
La cabina del comedor eventualmente se convierte en el sofá de un terapeuta, lo que no debería sorprender a nadie cuando se trata de Howard Stern.
Como ocurre con la mayoría de los episodios de Comediantes en autos tomando café, Me quedo con ganas de más.